vistas espectaculares, ambiente acogedor, literas dobles cómodas

A pesar de lo agradable del lugar, la falta de opciones para cenar en la zona es frustrante!!! No hay restaurantes abiertos por la noche, lo que puede suponer un gran inconveniente para los que no llevan comida!!! Deberían pensar en ofrecer snacks para improvisar!!!

Considera llevar snacks o algo de comida para improvisar. opciones locales son limitadas por la tarde, especialmente en temporada baja.

Me quedé con ganas de más, ya que no había opciones para cenar, y el desayuno era decente pero nada del otro mundo. Aparte, pensé que recibiria un detalle de bienvenida por lo que pagué, pero claro, eso es mucho pedir. Definitivamente no volveré, casi escribo una buena reseña, pero no pudo ser.

Las literas eran cómodas y el ambiente era muy acogedor.

La experiencia decepcionó debido a la falta de opciones para cenar. No había restaurantes abiertos por la noche, lo cual fue bastante frustrante, ya que después de un día de playa, esperaba disfrutar de una buena cena. Me vi obligado a improvisar y eso definitivamente restó valor a la estancia.

las literas dobles eran súper cómodas y estaban limpias. la práctica de yoga con vistas al mar al amanecer superó cualquier expectativa.

faltaron opciones para cenar.

Energizante yoga matutino con vistas al océano.

La ubicación es increíble, con tres playas preciosas a poca distancia a pie. El desayuno era espectacular y la comunidad que se forma aquí es genial. La yoga en la terraza con vistas al mar fue un comienzo perfecto para el día.

No me puedo quejar de nada.

Vistas increíbles y buena onda

Las literas eran súper cómodas, nunca había visto algo así. Ademas, las vistas desde la terraza son para morirse, especialmente al amanecer. El desayuno era fresco y mucho mejor de lo que esperaba. Solo me hubiera gustado más opciones para cenar, pero definitivamente vale la pena por todo lo demás.

El hostal Casanaga en Almáciga es mágico. Las vistas desde la terraza son impresionantes, especialmente por la mañana mientras practicas yoga. Las literas son cómodas, lo cual fue una agradable sorpresa. Todo limpio y con buen ambiente. Desayunar con productos frescos y locales fue una de las mejores partes. Pero un gran inconveniente fue la falta de opciones para cenar en la zona. En temporada baja, no hay restaurantes abiertos, lo que puede ser complicado si no llevas comida.

La experiencia fue increíble, especialmente la práctica de yoga en la terraza con vistas al mar. Las literas eran cómodas y limpias, y cada mañana disfruté de un desayuno saludable y fresco. Además, las playas cercanas ofrecen paisajes fantásticos, perfectos para explorar. Solo me hubiera gustado tener más opciones para cenar, pero definitivamente disfruté cada momento allí.

la vibra en casanaga es brutal. el hostal es súper acogedor y la terraza tiene vistas al mar q son una locura. lo mejor fue hacer yoga con el sonido de las olas, super relajante. el desayuno era fresco y variado, y el ambiente es genial para conectar con gente nueva. además, hay playas preciosas a un paso, perfectas para surfear o simplemente chill.

lo único malo es q no hay muchas opciones para cenar y a veces se siente un poco aislado. además, moverse sin coche puede ser un lío.

El apartamento en Casanaga incluye una cocina donde poder hacer palomitas como si estuvieras en el cine, ¡ideal para esas noches de película después de un día en las playas cercanas! Además, el salón tiene vistas que parecen sacadas de un cuadro con el mar y las montañas, perfectas para inspirar a cualquier artista.

Opciones limitadas para cenar

experiencia mágica pero con limitaciones gastronómicas

Las vistas desde la terraza son realmente impresionantes, especialmente al amanecer. Practicar yoga con el sonido de las olas fue revitalizante, además el desayuno ofrecía opciones variadas y saludables.

Sin embargo, la falta de restaurantes abiertos por las noches fue un gran inconveniente.

Wi-fi rápido y buen espacio para hacer yoga en la terraza. Falta de opciones para cenar.